CUANDO LA "CARIDAD" SE LA COMEN LOS QUE MANDAN

Asentamiento en el Eva Perón: una realidad que continúa doliendo

Escrito por César Strazza

Viernes, 05 de Noviembre de 2010 02:08

Hace más de un año, La Gaceta visitó elasentamiento del barrio Eva Perón, pero el paso del tiempo demostró que las condiciones de vida en el lugar prácticamente no cambiaron. La ONG ambientalista Ecocultura realizó un informe de las malas condiciones de vida que hay en el asentamiento. La inestabilidad laboral, poca escolaridad, falta de seguridad y la inexistencia de los servicios públicos son sólo algunas de las características que tiene el asentamiento. “Las madres entrevistadas sostuvieron que sus niños tienen enfermedades diarreicas y respiratorias, asociadas a la falta de acceso a agua potable y al saneamiento insuficiente, a esto se suma la falta de alimentos”, dice el estudio. Según el informe, hay familias compuestas de cinco o más niños, quienes habitan viviendas construidas de polietileno, cartón, chapas y madera. “La prevalencia de accidentes, en especial quemaduras e incendios, entre los ocupantes de hogares hacinados, es mucho mayor. Del mismo modo, los niños deambulan por la calle por no tener espacio dentro de las viviendas”, describe Ecocultura en el estudio. Casi el 90 % de las viviendas no poseen baños, ni duchas. La higiene personal se hace en bidones, mangueras dentro o fuera de las casas, en verano o invierno. En cambio, las viviendas que tienen un baño, poseen uno muy precario. Incluso, hay casos que hacen sus necesidades fisiológicas en un recipiente y se vacía el contenido en un terreno cercano. Muchas de las viviendas se caracterizan por la escasez de muebles en su interior. Por ejemplo, en una cama de una plaza y media duermen hasta cinco chicos, en otras no poseen mesas ni sillas. En el asentamiento no existe el servicio de agua potable. El agua es obtenida de baldes, bidones o de mangueras que son conectadas en casas hasta las precarias viviendas. La energía eléctrica es provista también mediante conexiones clandestinas. Los efluentes cloacales van hacia las calles, ya que no hay servicios de cloacas y sólo algunas casas tienen pozos ciegos. Esto es realmente peligroso porque pone en riesgo la salud de los habitantes del asentamiento. Incluso, tanto perros como gatos beben esas aguas negras. El 60% de la población del asentamiento es menor de 18 años, el 50% no tiene la primaria terminada y el 30% no posee estudios secundarios. “Diversas madres comentaron el grado de discriminación que tienen sus hijos en la Escuela Faustino Mendoza, cercana al lugar. Hay casos puntuales de exclusión de las instituciones educativas por sobre edad”, dice el informe. De las personas que trabajan, el 80 % vive de changas, por lo que no poseen un trabajo estable. Otra carencia del asentamiento es que persiste la falta de alumbrado público, lo que genera preocupación por la oscuridad y la inseguridad. Respecto a la seguridad, el informe manifiesta que la presencia policial es casi nula De acuerdo al informe de Ecocultura, en los terrenos baldíos aledaños tienen basura quemada y sin quemar. Además, se señala que hay roedores, y alacranes con distinto grado de toxicidad. De acuerdo a los comentarios de habitantes de la villa, personal de la Municipalidad y el Gobierno no visitan el lugar para brindarles soluciones. Los vecinos solo recuerdan algunas visitas de empleados de Zoonosis “muy alejadas en el tiempo”.