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15.3.11

EspañaVíctimas de una mentira periodística

España Víctimas de una mentira periodística


Tres periodistas condenados por acusar a dos artistas de esconder en Girona a un criminal nazi

JOSÉ MARÍA IRUJO 15/03/2011


. .El sistema jurídico español no contempla el derecho al insulto y a la mentira. El insulto y la expresión vejatoria no pueden ser aceptados como ejercicio legítimo del pretendido derecho de información, señala una sentencia de la Audiencia Provincial de Girona que califica de falsos 11 artículos de "investigación" publicados en 2005 y 2006 en el diario El Mundo donde dos reporteros acusaron al pintor Gaetano Pisano, Tano, y a su esposa Blandine Pellet, de ocultar y proteger en España a Aribert Heim, el criminal nazi que asesinó a presos judíos en la enfermería del campo de concentración de Mauthausen. Pisano, que reside en Palafrugell, recibe desde entonces tratamiento psiquiátrico y la venta de sus acuarelas cayó en picado en el mercado europeo y norteamericano. "Esta terrible historia es como un mal sueño que , además, ha provocado un enorme daño en mi carrera", asegura el pintor que se pregunta como se puede borrar de Google los reportajes en los que se les acusaba.

A la caza de los últimos criminales de guerra


Arruinados por una falsa investigación periodística


Demasiadas historias falsas


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El fallo de los magistrados Fernando Lacaba, Isabel Soler y Fernando Ferrer desestima el recurso presentado por Unidad Editorial contra la sentencia del Juzgado número 3 de La Bisbal d'Emporda (Girona) en la que se condenó a la editora del citado periódico, a su director P.J. Ramírez, y a los autores de estas informaciones Fernando García y Félix Martínez a indemnizar a la pareja con 60.000 euros por una intromisión ilegítima en el derecho al honor. Y lo argumenta así: "las publicaciones denunciadas conculcan de forma manifiesta y palmaria el derecho al honor de los demandantes al atribuirles hechos que les hacen desmerecer del público el aprecio y respeto granjeados a lo largo de más de 10 años en Palafrugell; del contenido se desprenden expresiones insultantes e insinuaciones insidiosas; están redactadas con ánimo vejatorio al relacionarlos con el nazi más buscado; son obtenidas con un claro desprecio a la verdad al no haber sido contrastadas ni verificadas con la diligencia exigida a un profesional de la información; las informaciones no solo eran inveraces sino también plagadas de expresiones insinuantes y preñadas de imputación delictiva que no pueden tener cabida en el derecho a la información". La sentencia de la Audiencia Provincial de Girona añade que el diario "no solo no rectificó lo publicado" cuando se archivó la investigación policial sino que insistió mediante un titular que decía: "la pareja de Palafrugell es amiga del hijo del criminal nazi y le ha vendido obras de arte".



Los autores de la pretendida "investigación" aseguraron que el matrimonio de artistas recibió 300.000 euros de una cuenta de Stuttgart de la que solo podía disponer el propio Aribert Heim; que entregaron al criminal un paquete valorado en esa cantidad bajo el sobrenombre de Gausman, que el Doctor Muerte pudo utilizar el coche de la pareja para huir a Dinamarca y que, además, eran neonazis y sus testaferros en España. En realidad la cuenta del nazi está embargada por el Estado alemán y nunca ha sido utilizada; los pintores eran amigos de un hijo de Heim, desconocían que su padre era el Doctor Muerte y desde hacia años le vendían sus cuadros; y Pisano no solo no es neoanazi sino que tiene una hija judía, según acredita la sentencia condenatoria que destaca el daño "irreparable" causado a los demandantes.




13.3.11

Imprescindibles nos cuenta la historia de los primeros foto reporteros de guerra españoles a través del documental Héroes sin armas. Fotógrafos españoles en la Guerra Civil.


Héroes sin armas 


Esta semana rescatamos la historia de los primeros
 foto reporteros españoles que retrataron la Guerra Civil


Para ellos nos trasladamos a los orígenes del periodismo gráfico español a través de la historia de cuatro amigos, fotógrafos todos ellos, que vieron cómo la Guerra Civil cambiaba el curso de sus vidas y sus carreras profesionales para siempre. Son Alfonso, Luis Marín, Pepe Campúa y José María Díez Casariego, considerados héroes del reportaje fotográfico del primer tercio del siglo XX.



Hasta ahora, la mayoría de las fotografías conocidas de la Guerra Civil habían sido realizadas por fotógrafos extranjeros. En Héroes sin armas. Fotógrafos españoles en la Guerra Civil, producido por la Acción Cultural Española (AC/E), descubrimos el trabajo de los profesionales españoles durante la contienda.



Las fotos que nunca pudieron publicar

Además, el documental nos muestra muchas de sus fotos, que hasta ahora no se habían publicado: a Díaz Casariego se las requisaron; Marín las guardó en cajas en su casa; Alfonso, ante el miedo a ser expoliado, declaró que su archivo se había quemado durante la contienda.



El documental también nos muestra cómo la guerra cambió las vidas y las carreras profesionales de estos fotógrafos. Algunos decidieron dejar la profesión a otros sólo se les permitió trabajar como retratistas. Nunca volvieron a ser testigos de primera línea de la vida española.



Las directoras y guionistas de este trabajo, Ana Pérez de la Fuente y Marta Arribas han contado para la realización del documental con la participación de los descendientes de estos fotógrafos. También han utilizado el sonido de la guerra, el diario de campaña de Pepe Campúa y el archivo fílmico de la Guerra Civil.



Además, el documental incluye entrevistas a fotógrafos contemporáneos, como Agustín Vallhonrat y Rafael Levenfeld (que han recuperado y restaurado el archivo de Luis Marín) y José Latova, obsesionado en la búsqueda del rastro de dos fotógrafos desconocidos cuyo archivo, abandonado en un desván, adquirió en los años 90.
La última esclavitud legal

Jóvenes de todo el continente se reunieron hace algunas semanas en Asunción para analizar la problemática de una institución medieval enquistada en nuestra moderna sociedad, como un insólito resabio de arbitrariedad en plena era de la Revolución por los Derechos Humanos. Más allá de las posturas antimilitaristas o no, se cuestiona la base ética que permite a una sociedad someter a una suerte de esclavitud legal a una porción de sus miembros, justamente aquellos que nacen a la vida ciudadana. Chicos de 18 años son obligados a abandonar estudio, trabajo y forma de vida, para integrarse a una institución ajena a su mentalidad civil, con tradiciones de autoritarismo incompatibles con la democracia. Y todo porque sí nomás; porque nacieron varones.


Abraham Lincoln dijo hace más de un siglo que una sociedad no podía considerarse verdaderamente libre si mantenía esclava a una porción de sus integrantes. Los jóvenes afirman que la frase es aplicable al Servicio Militar Obligatorio, y ya han iniciado sus planes de lucha. En todo el mundo se levantan banderas contra la mili -como le llaman en España– o la colimba, como la denominan en Argentina, donde ya está en proceso de eliminación.

LA EXPERIENCIA DE LAS MALVINAS

El ejército de tierra argentino no pudo ganar una sóla batalla en 1982, cuando se enfrentó a unidades altamente profesionalizadas de la «task force» británicas; opusieron una tenaz, heroica e inútil defensa, replegándose permanentemente hasta la rendición final. Centenares de conscriptos argentinos se inmolaron inutilmente, en una guerra que ellos no podían ganar. Cosa muy distinta sucedió en el aire. La alta profesionalidad de los pilotos argentinos asombró al mundo, hundiendo más naves de la OTAN que cualquier otra potencia del planeta, desde el nacimiento de esa organización hasta el día de la fecha, incluyendo la Guerra del Golfo. Con sólo 6 misiles «Exocet» (y bombas convencionales) la Argentina produjo más hundimientos y averías que Irak, que tenía 250 «exocets» y no logró hundir ningún barco de la OTAN.

¿Qué hubiera pasado si Argentina, en vez de gastar miles de millones de dólares en mantener unas fuerzas armadas paquidérmicas, basadas en el reclutamiento de conscriptos, hubiera adquirido más aviones, más «exocets» y más misiles modernos? Es muy probable que la Historia hubiera cambiado...

Jorge Augusto Zelada

6.3.11

Qué familia los Khadafi









Por Juan Gelman


El dictador, su hija y sus cuatro hijos conocen hoy dos caras del desastre: una revuelta popular armada que probablemente les quite el poder y el congelamiento de sus riquezas ingentes tras 42 años de opresión. El Tesoro británico empezó con 1600 millones de dólares y se estima que los haberes de los Khadafi en Inglaterra podrían ascender a 16.000 millones. EE.UU. congeló 32.000 millones en efectivo repartidos en numerosos bancos. Suiza procedió del mismo modo aunque se ignora la cantidad de esos fondos. Se investiga en qué medida son riquezas personales y/o del gobierno libio, aunque a saber si las dos cosas no son una sola. Lo dijo el mismo Khadafi: Libia es él.

Londres y Washington iniciaron investigaciones para separar las aguas y el tema es arduo. La Autoridad Libia de Inversiones (LIA, por sus siglas en inglés) maneja el dinero recaudado por la venta de petróleo y se encarga de colocarlo en países europeos, árabes, africanos y en el propio EE.UU. Se estima que el valor de sus recursos oscila entre los 95 y los 116 mil millones de dólares, pero su funcionamiento es opaco y opera mediante siete subsidiarias y no pocos testaferros. Posee –tres ejemplos– el 3,01 de las acciones del gigante mediático Pearson, dueño del Financial Times, inversiones en el banco UniCredit de Italia y el 83,5 por ciento del Banco Comercial Arabe-Británico. Algo es algo.
Khadafi tiene su propio lobby en el Capitolio: representa a “una amplia coalición de intereses de compañías petroleras, industrias armamentistas y firmas de cabildeo muy conectadas con académicos neoconservadores y profesores de la Harvard Business School” que, sin mayores preocupaciones por la feroz represión y la violación constante de los derechos humanos de los libios, hace años trabaja para “mejorar” la relaciones con Libia sin desdeñar, desde luego, el beneficio personal que se obtiene en la tarea (www.huffington.post.com, 24-2-11).

Megaempresas como BP, Chevron, ExxonMobil y Halliburton crearon la Asociación de Negocios EE.UU.-Libia en el 2005 inmediatamente después de que W. Bush anulara las sanciones al régimen de Khadafi. Este había renunciado a su plan nuclear y anunciado que se sumaba a la llamada guerra antiterrorista. Lo cierto es que, como señala hoy la oposición rebelde, la familia Khadafi se enriqueció de manera descomunal a expensas del pueblo libio y contó con sólidos apoyos del ámbito financiero y petrolero que apuntalaron su ominosa política interior. Hoy “el Líder de la Revolución” esgrime la amenaza de una invasión EE.UU.-OTAN para lograr un apoyo popular que no tiene. Esa invasión, de producirse, mucho lo ayudaría a mantenerse en el poder.

La rapacidad de los Khadafi no se limita al afuera: dos cables que Wikileaks filtró y The New York Times dio a conocer revelan que los hermanos Khadafi no vacilan en enfrentarse con dureza habiendo dinero de por medio. Ocurrió cuando Coca-Cola decidió instalarse en Libia en el 2005 dado que el dictador se había vuelto bueno. La empresa carecía hasta entonces de una planta embotelladora en el lugar y comenzó su negocio por intermedio de una franquicia otorgada a la Global Beverage Company. Los hijos del coronel, Mutassim y Mohammed, querían, cada uno, el control exclusivo de la empresa.

El conflicto estalló a fines del 2005, dos semanas después de que la instalación comenzara a funcionar: milicianos leales a Mutassim ocuparon la embotelladora hasta febrero del 2006 y cortaron la producción. En uno de los cables del Departamento de Estado se relata que el 28 de diciembre de 2005 “dos vehículos militares con personal armado sin una clara identificación irrumpieron ilegalmente en las instalaciones, desalojaron a los empleados y cerraron la planta”. Un trabajador extranjero salió herido y la tropa destruyó algunas máquinas. Los gerentes y encargados pudieron, al principio, entrar “de a uno o de a dos” y luego se les prohibió el ingreso por completo. “Nunca una autoridad libia ofreció una justificación legal del cierre de la planta.”

La pelea “fraternal” se calentó en febrero del 2006: los leales a Mutassim entraron en la residencia de Mohammed, robaron y secuestraron a uno de sus primos “para mandarle una señal al ingeniero (Mohammed)”, precisa el cable. La hermana, Aisha Khadafi, logró finalmente un acuerdo pacificador: Mohammed vendía sus acciones en la embotelladora y Mutassim desocupaba la empresa. Eso ocurrió.

Seif Islam es otro de los hijos del dictador. Obtuvo un doctorado en la muy prestigiosa y muy difícil London School of Economics a cambio, al parecer, de una “donación” de 2,5 millones de dólares de la que, por cierto, la institución sólo ha recibido casi medio millón hasta el momento. Su director, Sir Howard Davies, acaba de renunciar. Aunque sus estudios versaron sobre democracia y sociedad civil, Seif vocifera contra los rebeldes y, como su padre, no desiste de amenazar y reprimir. Debe haber sido un pésimo alumno.


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