EL RIO EL VOLCÁN EN SU MAGNIFICO ESPLENDOR - ¿ UNA IKEBANA PARA EL TURISMO DE FIN DE SEMANA DEL MINISTERIO DEL AMBIENTE ?

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En La Florida tambien 

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La foto muestra basura y plásticos que el vecindarios y los mismos municipales arrojan al Río El Volcán y que luego se depositan en el Lago Cruz de Piedra.-

Los residuos sólidos y efluentes generados en los establecimientos de cría intensiva de animales en los cuales no se aplican procedimientos adecuado de tratamiento, disposición final y descarga, generan un conjunto de impactos sobre los factores del ambiente cuya identificación ayuda a implementar las correspondientes acciones de mitigación. En base a estos impactos sobre los factores del ambiente que se describieron en la Sección 6.2. Efectos sobre los recursos hídricos, edáficos y atmosféricos, se describen las acciones mitigadoras identificadas para cada uno de los sectores estudiados.
Acciones mitigadoras en feedlots Las estrategias para mitigar los impactos antes mencionados se dividen en el tratamiento del estiércol, del efluente y la disminución que podría producirse por cambios en la alimentación. En cuanto al tratamiento del estiércol, es posible implementar prácticas de compostaje de los residuos sólidos en montículos o en reactores estabilizadores cerrados, con aireación de manera tal de lograr que la materia orgánica se degrade a compuestos simples (humus). Las características ideales son humedad del 30 al 40% y temperatura 35 a 60°C. El proceso dura entre 2 a 3 meses. Luego puede ser usado como fertilizante natural para huertas, viveros, extensiones mayores para agricultura. Al no existir anaerobiosis, se minimiza la producción de metano. Otro tratamiento para el estiércol es el landfarming que consiste en la acumulación y esparcido en tierras de cultivo. Es un sistema abierto, aeróbico y los procesos de degradación ocurren directamente en el suelo. Esta práctica es conveniente aplicara en zonas con suelos impermeables, con napas freáticas profundas, sin fracturas y no erosionados, sin recurso hídricos cercanos. Bajo estas condiciones se minimiza la posibilidad de lixiviación y consecuente contaminación del agua subterránea. Este sistema también necesita ser aireado (ej. mecánicamente con arados) para evitar la metanogénesis y facilitar la humidificación. Se estima un esparcido entre 25 a 50 ton de abono por hectárea por año para ser utilizado como fertilizante.