Sin arma.....pero con Alma
Capitán, es el nombre de un afortunado perro que se puede considerar como tal gracias a que su vida se cruzó con la de un buen compañero y mejor persona. El era uno de esos canes casi tan marinero como la tripulación que lo apadrinó y que no tuvo mas remedio que abandonarlo cuando su armador les dejo al libre albedrío de la escasa y humanitaria ayuda de ciertas asociaciones como Stella Maris.
Al menos ellos pudieron regresar a casa, pero tarea harta dificil es llevarse a un fiel amigo de 4 patas, cuando casi es una utopía poder regresar una de dos piernas.
El barco, a disposición judicial, tuvo que ser trasladado a otro puerto para su custodia y por mas que los operarios hicieron por dejarlo en tierra, no pudieron con aquel valiente, que de no ser aupado hubiese caído al mar, mas para el, no había más vida que aquella que conoció allende los mares.
El buque llego a nuevo puerto y fiel a su dueño y a su nombre, Capitán se aferro al puente de mando como si quisiera volver a navegar, como si siempre hubiese pilotado y comandado aquel buque, o tal vez solo esperaba con canina inocencia que por aquel oxidado pasillo volviera a entrar quien algún día fue su verdadero dueño, su Capitán. Por mas que se le llamase o quisiese hacer bajar a tierra, el no cesaba en su empresa y flaco, sucio, pulgoso, herido y hambriento continuaba avocado a una muerte que le sabría a vida dentro de su tristeza. Pero avatares del destino un día tal, durante un servicio cual, fue a dar con tal y cual compañero, una de esas personas que siempre tiene hueco en su corazón , tiempo en su agenda y voluntad.
Al principio le llevaba medicinas y comida al buque, después cuando se hubo ganado su confianza, el perro bajo y como diciendo adiós, bajó la escala por ultima vez y corriendo fue a dar con el compañero, sabiendo que era ahora o nunca, su nueva etapa había comenzado.
Efectivamente, ni en sueños había imaginado lo que le esperaba. Se le desparasitó, vacuno, dio de comer, beber y se le habilitó un habitáculo, con su nueva cama, al lado de sus nuevos compañeros, los Policías Portuarios. Hoy en día es uno mas, un compañero que avisa de cualquier extraño, que te hace compañía en las patrullas a pie y en el puesto de control. Se le está buscando una familia adoptiva, mientras, ya tiene una, sin armas pero con alma.
__________________Al menos ellos pudieron regresar a casa, pero tarea harta dificil es llevarse a un fiel amigo de 4 patas, cuando casi es una utopía poder regresar una de dos piernas.
El barco, a disposición judicial, tuvo que ser trasladado a otro puerto para su custodia y por mas que los operarios hicieron por dejarlo en tierra, no pudieron con aquel valiente, que de no ser aupado hubiese caído al mar, mas para el, no había más vida que aquella que conoció allende los mares.
El buque llego a nuevo puerto y fiel a su dueño y a su nombre, Capitán se aferro al puente de mando como si quisiera volver a navegar, como si siempre hubiese pilotado y comandado aquel buque, o tal vez solo esperaba con canina inocencia que por aquel oxidado pasillo volviera a entrar quien algún día fue su verdadero dueño, su Capitán. Por mas que se le llamase o quisiese hacer bajar a tierra, el no cesaba en su empresa y flaco, sucio, pulgoso, herido y hambriento continuaba avocado a una muerte que le sabría a vida dentro de su tristeza. Pero avatares del destino un día tal, durante un servicio cual, fue a dar con tal y cual compañero, una de esas personas que siempre tiene hueco en su corazón , tiempo en su agenda y voluntad.
Al principio le llevaba medicinas y comida al buque, después cuando se hubo ganado su confianza, el perro bajo y como diciendo adiós, bajó la escala por ultima vez y corriendo fue a dar con el compañero, sabiendo que era ahora o nunca, su nueva etapa había comenzado.
Efectivamente, ni en sueños había imaginado lo que le esperaba. Se le desparasitó, vacuno, dio de comer, beber y se le habilitó un habitáculo, con su nueva cama, al lado de sus nuevos compañeros, los Policías Portuarios. Hoy en día es uno mas, un compañero que avisa de cualquier extraño, que te hace compañía en las patrullas a pie y en el puesto de control. Se le está buscando una familia adoptiva, mientras, ya tiene una, sin armas pero con alma.
Lo recto se hace por deber: De modo que si alguien nos pregunta qué se obtiene por haber hecho algo correcto habremos de contestar "haberlo hecho, nada más que esto se te promete
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