martes 30 de noviembre de 2010
HABRIA QUE MIRAR A LOS POLITICOS QUE MIENTEN TANTO SI NO ESTANENFERMOS
Baja autoestima, más riesgo de mitomanía
A través de la exageración o de la invención de historias o anécdotas, los mitómanos adoptan una posición que les hace parecer más importantes, afortunados, ricos o inteligentes
La mitomanía, también conocida como pseudología fantástica, es un trastorno psicológico que consiste en mentir de forma patológica. Afecta a personas con un nivel de autoestima muy bajo, por lo que mienten para llamar la atención con sus invenciones sobre grandes gestas o dramas personales. Es un trastorno infrecuente que puede asociarse a otras patologías, como la psicopatía o el trastorno histriónico de la personalidad. El problema estriba en que no es habitual que los afectados busquen tratamiento psicológico, que requiere siempre la colaboración activa del paciente.
- Imagen: Angel -
José María Martínez Selva, catedrático de Psicobiología de la Universidad de Murcia y autor del libro "La gran mentira", en el que estudia la figura del fabulador, explica que "puede hablarse de mitomanías no patológicas, como las apreciadas en personas que exageran o adornan todo lo que dicen, conscientes de ello y sin poder evitarlo". En cambio, las mitomanías patológicas son poco frecuentes.
Para diferenciarlas, los expertos tienen en cuenta unos criterios. Según explica Juan Luis Figuerido Poulain, psiquiatra y autor del artículo 'Engaño, enfermedades autoinflingidas y simulación', publicado en la revista "Salud Mental. Atención Primaria", en una mitomanía patológica hay "grandes y extensas invenciones, el contenido y extensión de las mentiras son desproporcionados para cualquier finalidad discernible o ventaja personal, las mentiras intentan crear una nueva y falsa identidad en el autor de las mismas que llega, incluso, a creérselas, la mentira es una característica central y persistente en la vida del paciente y la mitología de su vida pasada pasa a suplantar recuerdos verdaderos".